''La verdad siempre sale a la luz'' EL TRIBUNAL SUPREMO SENTENCIA a Rocío Carrasco y DÁ LA RAZÓN A ANTONIO DAVID ''Cómase su ego Carrasco''
El ex Guardia Civil afirma que ha hecho "un concurso mediocre", que le ha consumido "la propia casa" y que ha perdido "seis kilos", pero que lo más importante para él ha sido demostrar que no es "conflictivo".
"Lo que yo hiciera iba a ser mirado con lupa", asegura, así como que esto le condicionó a pesar de entrar bajo de ánimos y fuerzas, tomando "tres pastillas al día", entre "antidepresivos y ansiolíticos", que dejó en cuando su hija, Rocío Flores, fue a verle y le dijo que todo estaba bien.
El malagueño asegura que el programa también fue "una tabla de salvación" en un momento en el que llevaba "cuatro años sin trabajar", aunque el tema económico, dice, no le "ha condicionado en ningún momento". Sobre todo porque lo duro para él es que ha "arrastrado unos años muy difíciles" que le han "traumatizado".
Pero todo ello desaparece cuando habla de su hija, aunque sufría pensando cómo lo pasaría ella fuera. "Era la primera vez que se sentaba en un plató. Me consumía y me ha martirizado", rememora aunque ahora esté "orgulloso" de ella por cómo le ha defendido.
"Ha vencido prejuicios que tenía interiorizados. Ha roto esa barrera. La vi tan convencida de defenderme que la dejé. Sentí que me decía: 'Tengo que devolverte todo lo que me has dado'", afirma sobre una de las grandes sorpresas de esta edición.
Por eso saltó a por Kiko Jiménez: "No tuvo valor de decirme dentro de la casa todo lo que había dicho fuera, tanto de mí como de mi familia [refiriéndose a la entrevista contra Gloria Camila]. Entrar en detalles tan íntimos de una pareja a mí no me parece correcto", sentencia.
"[Kiko] Es como mi copia barata. Si quiere parecerse a mí, que lo demuestre trabajando. No todo vale por dinero", afirma, amén de tildarlo de "aprovechado" y de que analizará "lo que se ha dicho" para una posible demanda, sobre todo por cómo trató a su hija en plató, a quien tuvieron que sacar con un ataque de ansiedad, recuerda.
Pero Kiko no es el único contra el que tiene cosas pendientes Antonio David. Obviamente, sale el nombre de su expareja y madre de su hija, Rocío Carrasco, que le pidió 80.000 euros de fianza cuando estaba en GH. "Sí, como consecuencia del proceso por alzamiento de bienes. Rocío demuestra su grado de maldad. ¡Hasta dónde llega el querer hacer daño, las ganas de destruir!", atiza.
Un tema, el económico, del que prefiere no hablar mucho más. "He sido víctima de una pinza premeditada: por un lado, no me dejaban trabajar y, por otro, me dirigieron un procedimiento de violencia de género para hundirme personalmente", asegura, así como le alegra que su hija no descarte reconciliarse con su madre: "Ahí se demuestra su educación. Pese a lo que muchos afirman, no he alejado a mis hijos de nadie".